La semana pasada el índice de referencia de EEUU, el S&P 500, cayó un 1.58% mientras que en el viejo continente el DAX 30, índice de referencia de Alemania, subió un 1.31%.
Estas diferencias tienen una clara relación con el comportamiento del mercado de divisas. El par EUR/USD la semana pasada cayó un 3.16%.
Pero el EUR/USD no está desplomándose únicamente por la depreciación del euro. La apreciación del dólar americano está siendo muy fuerte desde el verano pasado, coincidiendo con la caída de los precios del petróleo.
Pero, ¿el petróleo es la única materia prima que está cayendo? No.
Los precios del Oro y la Plata cotizados en dólares americanos iniciaron la tendencia bajista antes que el petróleo. Ahora, los precios de la mayoría de materias primas ya sean minerales o orgánicas (alimentación, madera...) están en tendencia bajista.
Por lo tanto, seguimos hablando de una tendencia bajista en los precios de las materias primas a nivel mundial. Los problemas en los países exportadores son cada vez más evidentes.
Las curvas de tipos de Noruega, Rússia, India, Nueva Zelanda, Argentina, Brasil, Venezuela y Qtar muestran un aspecto entre plano e invertido según el caso hecho que nos anticipa problemas en sus economías.
Si comparamos los rendimientos de este 2015 vemos que el comportamiento general de la semana pasada es el mismo que estamos viendo durante estos últimos meses. Des de que empezó el año 2015 el S&P 500 ha subido un 0.6% mientras el DAX 30 un 17.5% y el EUR/USD ha caído un 10.39%.
Si continúan las caídas en las materias primas, que de momento, des de le punto de vista técnico nada nos dice lo contrario, los problemas se pueden agravar. Las empresas explotadoras de recursos básicos pueden empezar a tener problemas graves y la caída general de los precios del consumo puede dificultar el pago de deuda en muchos países y empresas. En Europa, la depreciación del euro ayudará a que los precios no caigan tanto como en otros países.
En EEUU tenemos muchas acciones que están empezando a mostrar patrones de cambio de tendencia y algunos índices principales muestran divergencias bajistas que nos alertan de la debilidad de los últimos meses.
Si embargo, en Europa el momento alcista es importante.
Creemos que ante esta situación vale la pena ser prudente.
Hay que tener en cuenta, que durante el año 1999 mientras el marco alemán se depreciaba contra el dólar americano, las bolsas americanas subieron un 19.53% (S&P500) y las alemanas un 39.10% (DAX30) estas divergencias fueron el precedente de un cambio de tendencia en el mercado de acciones a nivel global.
Por lo tanto, la estrategia para el corto plazo sigue siendo la misma que hemos comentado las últimas semanas.
Esperar a que los mercados europeos retrocedan hasta niveles de soporte (10.100 puntos del DAX30)
Una vez tengamos los retrocesos en los mercados europeos valorar la situación de EEUU, ver si se conserva la tendencia alcista principal y no se han perdido soportes importantes. Si las acciones de EEUU no presentan problemas importantes realizar las compras en las acciones europeas que se encuentren en aquellos sectores más alcistas y en buenos niveles de soporte.